Cuatro recetas lodosanas
El Pimiento del Piquillo de Lodosa admite todo tipo de tratamiento culinario, sea recién asado, congelado o enlatado. En Lodosa son cuatro las recetas estrella más arraigadas, y que han hecho famoso a este producto.
Al Chilindrón: El pimiento, sobre todo el recién asado, recibe unos granos de sal y un chorrotón de aceite. Exquisitos. Un paso adelante sería ponerle unas láminas de ajo y dejarlo macerar hasta que coja el gusto, o meter el plato al horno para darle un calentón fuerte.
Recocidos: El pimiento, acompañado de aceite, ajo y sal, se pone en una cazuela a fuego muy lento, removiendo la cazuela durante diez o quince minutos para que desprenda su gelatina natural y espese el jugo.
Huevos con pimientos: Una vez que los pimientos se han recocido, se ponen los huevos crudos encima, a fuego igualmente muy lento para que la yema no se ponga dura.
En guisos: En Lodosa el pimiento acompaña a cualquier plato, pueden aparecer en una menestra de verduras, con unas alubias pochas, y muy especialmente guisos con carne: como, por ejemplo, conejo con pimientos, también en las patas a la riojana y similares. Sirve de acompañamiento a cualquier guiso de pescado o carne, o también de guarnición, caso del lomo pimientos.